Y llegó el jueves 26 de marzo. día en el que los alum@s de 1º C tendrían que ponerse la temida vacuna. La mañana empezó bien, ensayando el poema de " La rana Pelanas" (de María José Rico) para recitarla durante el pinchazo y así olvidarse del dolor.
A las 10 y media fuimos a la biblioteca, allí estaban "Los agujas de seda" los enfermeros encargados de ponerles la vacuna, Dª. Mari Carmen, Dª. Josefina y D. José, los tres preparados con su amplia experiencia, con grandes dosis de cariño para que los pequeños y sobre todo con 22 finas agujas.
Iban a pasar por orden alfabético, sin embargo, Mari Cruz se ofreció voluntaria para ser la primera. Después pasaron el resto. Todos se portaron como unos campeones. Juan Enrique sorprendió a todos diciendo que aquello para él no era nada y que estaba dispuesto no a una , sino a dos vacunas, una en cada hombro. ¡Increible, pero cierto!
Un parón en seco en la investigación de las "monedas del tío sentao". Mañana, viernes de Dolores, llegarían las vacaciones de Semana Santa. Los componentes de 1º C estaban de capa caída, el tesoro no aparecía y la vacuna les había hecho "pupita".
Dejarían pasar las vacaciones y como ya anunciaban en el capítulo anterior: a la vuelta, el último intento: o encontraban las monedas o abandonarían definitivamente la búsqueda del tesoro de la Trinidad.



